20080225

Crónica del MARESEVI 2008

Sufriendo por el km35

Cuando entreno un maratón y voy a por marca, rondo (poco mas) los 3:45. Cuando entreno pero no voy a por marca, me suelen salir los 4:05. Cuando no entreno y evidentemente, no voy a por marca... ¿cuánto puede salir? Esta es la respuesta.

Pedazo de ambiente que había en la previa. En el hotel muchas fotos, muchas. Las pistas del estadio a rebosar (récord de inscripciones (mas de 3200), récord de llegados a meta (casi 2500). La imagen de los atletas por la recta de la pista en las pantallas del estadio me hacía recordar las imágenes de los grandes maratones, como NY (en pastillita, claro)

El primer kilómetro casi andando. Busco referencias de compañeros. Diviso a Pirat@, a Sierra y a Infatigable. Salgo con ellos, pero no con muchas expectativas, puedo aguantar el ritmo, pero soy consciente de mis posibilidades y no es cuestión de quemar la poca leña que tengo en intentar seguirlos, asi que voy con ellos hasta el km4, su ritmo me impedía hablar, y eso, en mi, es mala señal ;-)

Poco antes de salir del Alamillo (km9), me paro en unos matorrales a hacer pis y al regresar a la carrera me encuentro con Quinti y Alicia, empezamos a charlar, se me hace muy agradable compartir este rato con ellos, hablamos de lo grande que son los foristas y de nuestros proyectos, que buena pareja. Pasamos el km10 en 57:46 (152ppm).

En la Ronda del Tamarguillo nos deja Alicia (km14), se vuelve para el estadio, y seguimos pa´lante Quinti y yo. Charlando, charlando llegamos hasta Kansas City, donde aminoro el ritmo, ya que las pulsaciones las llevo muy altas (157ppm)y no puedo mantener una conversación normal .Sobre el km20 dejo ir a Quinti.

La media la paso en 2h03, va bien la cosa, algo deprisa. Pienso en los últimos kilómetros, ya de por si duros cuando se entrena. Cuando no, puede ser un calvario. Me encuentro a Alauita, que montado en su bici esta grabando a tu quisqui que pasa por la media. Ahora empieza la segunda media, la que hicimos Los Pretorianos bajo una lluvia constante la semana pasada, visualizo lo que queda de carrera... y ¿para que coño lo visualizo?, ¡hostias!, con lo quemao, que voy, jajajajaja.

Después de subir al punto mas alto (25m, Gran Plaza) hay una bajada hasta Luis de Morales. A lo lejos, en lontananza y sobresaliendo de los tejados de los edificios se alza majestuosa la Giralda. A la derecha el templo del futbol Sevillano, puesto de avituallamiento del km25, saludo a Enri. Yo, de espaldas al estadio, él de cara, deslumbrado por el brillo de la bombonera blanca. Buen chaval. Pico el cronómetro en 2h27 (161ppm siguen estando muy altas, se nota la falta de entreno)

Por Manuel Siurot, a la izquierda el Hospital, recuerdos amargos de esa persona querida que no está, maldigo entre dientes. A pocos metros me veo a Quinti apoyado en un arbol, meditando sobre el yin y el yan, le ofrezco ayuda, me dice que ya esta Omar con él protegiéndole, no problem y continúo mi carrera, km27)

Giro de 180º, empieza la Palmera, menos mal que esta año el tiempo, curiosamente, se ha portado de maravilla, salvo la gran humedad, por todo lo demás nada que objetar. Aunque parezca una mariconada, y asi se lo digo a los que tengo al lado, el azahar de los naranjos de la avenida han brotado, el olor agradable anuncia una primavera temprana y me tomo con otra filosofía la gran recta. El km30 lo paso en 2h58 (camino de los 4h12) y a 163ppm que no pintan nada bien.

Nuevo viraje, esta vez hacia Los Remedios, subo el puente de San Telmo y me encuentro de espectador a Adebe Bikila, me acompaña un rato, hablamos de Ronda y me hace un par de fotos, me da todos los ánimos que puede. Muchas gracias amigo. Aprovecho el avituallamiento de km32,5 para andar un poco, comer un trozo de naranja y beber un trago de isotónicos e intentar recuperar para bajar las pulsaciones (andando un poco me casco el km37 en 7:13 y tan solo he conseguido bajar hasta las 158ppm)

En la López de Gomara saludo al Pretoriano Rafa Iza, le acompañan su yerno y su nieto, le choco los cinco, y le impresiona la coraza ¿futuro pretoriano?. El la Ronda de Triana, en el 35 paro otra vez a beber andando y cuando recupero el trote ¡¡¡chassss!!! Un flechaco de las fuerzas enemigas (como diría el Pretoriano Cayo Crastino) en el abdomen: EL FLATO (compañero de viajes en mis últimos Marasevis). No contento con que los gemelos se están subiendo poco a poco a la nuca, ahora se me junta el flato. El tio del mazo me esta dando “estopa”. Marco el tiempo en 7:34, doblado como una alcayata.

Ya enfilando el puente del Cachorro, me saludan amigos de Tomares (foto de referencia, que carita de sufrimiento) y del San Pablo (la mujer de Miguel, práctico de las 4h30) los gemelos me estan avisando que puede ser dantesco el final. Pienso en la carrera homenaje a la legión del 30/03, 42,195km por la serranía, y la madre de todas las carreras, los 101km de Ronda el 11/05. No puedo arriesgar si no quiero llegar con los gemelos enteros a estas pruebas, así que me pongo a andar a ratos: km36 en 8:23, el 37 en 9:13, el 38 en 8:37. No bajo las pulsaciones de 130 ¡¡¡ni andando!!!, voy mu quemao :(

Ya en Torneo diviso a lo lejos a Sparding, me echo un trotecillo y lo alcanzo. Lleva el muslo trasero muy tocado y me explica que solo iba a hacer ½, pero la emoción le ha embargado y también se ha liado la manta a la cabeza. Pues ya somos dos, asi que le animo a seguir a ritmo cientounero y culminar la carrera. A pocos metros le esperan su mujer y su hijo, y a untito de piedra esta la casa de sus suegros, donde le espera un arroz con conejo. ¿No es excusa suficiente para abandonar? Pues no. Lo dos seguimos para la Isla de La Cartuja, tras saludar a sus familiares

El km 39 lo pasamos en 8:37, aunque de vez en cuando trotamos, los gemelos siguen dándome la lata. Antes de llegar al parque, el globo de las 4h30 nos pasa, Miguel, el práctico, nos invita a que le sigamos. Le respondemos que nos gusta disfrutar del maratón y que nos quedamos, jajajaja. El km 40, ya en el parque, consigo por fin bajar a 133ppm. Este lo hacemos en 8:57. El 41, y viendo el estadio ahí cerquita, lo picamos en 7:14, llevo 4h22, y animo a Sparding a entrar en las 4h30. Me da las gracias por la compañía pero que tire yo pa’lante. Nos vemos en la meta, le grito, y salgo escopetao....

Me quedan solo 8minutos para culminar los 1200 metros que me quedan. Aprieto los dientes. Los gemelos no se han enterado que esto se acaba ya y me siguen dando guerra. Parece que voy pisando víboras, cada tres pasos un respingo, para evitar que el gemelo se me suba detrás de la oreja. Debo de llevar mas mala cara que los pollos de Simago, que en vez de piar, tosían. Me jalea la gente “vamos, campeón, así se termina esprintando”. Le respondo que hoy en dia a cualquier cosa le llama exprintar, jajajaja. Yo jaleo a los que paso, “vamos, campeones, esto no nos lo quita ya nadie”. Entro en el estadio, bajo la rampa, y no me duele ná. Veo el tartán, a lo lejos el 42, me digo que no soltaré una lágrima hasta que lo pase. Miento, no me puedo contener, se me saltan las lágrimas. Acuden muchos recuerdos, muchos amargos recuerdos. Enfilo la última recta, toco mi inseparable PIN de la AECC, que en tantas carreras me ha acompañado. Levanto un brazo, señalo la cielo, lanzo un beso, cruzo la meta, levanto de nuevo los brazos repartiendo más besos al cielo. Va por vosotros. Paro el crono en 4h29. El último mil en 5:20, el parcial más rápido de todo el maratón.

Saludo a los de IDEAIN (cuanto tiempo sin verlos). Me dan una toalla. Una botella de agua. Siempre hay una sonrisa en la cara de los voluntarios (benditos voluntarios, que sería este maratón sin ellos). Espero a Sparding, entra dos minutos después. Le doy la enhorabuena. Nos quitamos los chips, nos cuelgan la medalla y para el tirador, dos kaliber del tirón :)

He aprendido que al Maratón hay que retarlo con los deberes hecho, es decir, con un entreno suficiente. Ha sido mi quinto Marasevi consecutivo y el que peor marca he tenido, la única que he hecho mas de 4h. Sabía que iba a sufrir y he sufrido (como un perro) los últimos kilómetros, desde el 30. Las sensaciones eran similares a las que he sentido por el kilómetro 90 de Ronda.

Me ha faltado entreno, por supuesto, no hay que negarlo. Pero también reconozco, que el tomarle el pulso al tio del mazo tiene su puntito. Quizás sea el clima épico que envuelve el último cuarto de carrera y el sentirte incapaz de aguantar pero dar todo lo que tienes y poder crecerte en los últimos metros, renaciendo como el Ave Fénix y dedicárselo a tus seres queridos que ya no están contigo. Quizás sea lo que te anime a vivir esta aventura. Quizás.

Salud. Plum