20090621

Lento, suave, sin miedo. La crónica de un pretoriano

La cabeza bien amueblada

Se puede amar una carrera? Se puede jugar a correr o correr jugando? Se puede disfrutar a la vez que sufres? Se puede animar a pulmón abierto a los vencedores cuando te cruzas con ellos camino de la subida a la ermita sabiendo que aún te faltan cinco horas para tu hipotética victoria, y a ellos poco menos de una? Lo podemos conseguir? No, no es “podemos” es “lo vamos a conseguir!!!”

Los 101 no es una carrera organizada por la Legión y que discurre por la bella serranía de Ronda, por dos provincias, Málaga y Cádiz, como marco incomparable. Los 101 son lo que quieran que sean los cientouneros (y aspirantes a). Esta prueba que nació hace 15 años, impulsada por un tal Oscar Parajes, alias LA SUFRIDA, ha rebasado fronteras tanto en lo deportivo como en lo lúdico civil militar. Alguien dijo que nos había maleducado con tantas atenciones pero por muchas penurias que nos encontremos la satisfacción de cruzar la línea de meta, sea la hora que sea, nos llena durante 365 dias hasta que volvamos a realizarla el año que viene. Y si eres de los que, por una causa, u otra, no pudistes cruzarla, con mas motivación, si cabe, esperas ansioso esta cita.

Este año nos pidió Ángel Gamiz, periodista deportivo de Canal Sur TV que le acompañáramos durante la prueba porque iba a realizar un reportaje para Canal Sur, pero desde dentro, y necesitaba terminarla fuera como fuera.

La propuesta era muy alentadora, por dos motivos, uno de ellos es dar a conocer al público en general nuestros 101, nuestra amada y querida prueba, por la que muchos, ajenos a este mundillo, nos toman por locos. El segundo demostrar que el credo pretoriano (basado en el credo legionario) es extensible a la vida cotidiana, esa vida donde nos quieren creer que vivimos en una sociedad de valores perdidos, nada mas alejado de la realidad, según se puede comprobar si has vivido los 101km desde dentro, donde el espíritu de hermandad y compañerismo prevalecen por encima de marcas particulares.

Este año ha tocado sacrificar la preparación y el entreno previstos (tenía intención de vaciarme en la prueba) por esto último que he comentado. Cayo Crastino, mas conocido entre los mortales como José Luis, me pidió el favor de acompañarle en la misión de conseguir que acabasen AG y sus compañeros y un pretoriano no puede decirle que no su hermano de sangre.

Esta es la crónica de mis 101

No, la cosa no estaba fácil. Había que acompañar a 4 aspirantes a cientouneros en su primera edición. De veintintantos pretorian@s apuntados, solo habíamos formado un equipo, Cayo, experto en ciento y una batallas, El Niño, Santi y Pepe, su segunda vez, y mi menda lerenda, rebotado de última hora, “gracias” a la baja de Pedro Maqueda. 4 atletas de menos de 3h30 en maratón y un “a pesar de” Plum, que a duras penas aguanta 4h en los 42km.

Y el día no empezaba lo bien que digamos, tras un desayuno pantagruélico en compañía de amigos venido allende los mares nos presentamos en el Campo de Futbol y por enésima vez esperar al gran Cayo. Tanto esperamos que el control de entrada lo cerraron y nos hicieron entrar por las gradas, junto a unos 500 o 600 ciclistas que bici en mano y a duras penas intentaban acceder al interior del recinto. Pumm, pum, pum... empieza la carrera, la menos para los ciclistas, la cola multicolor va lenta, muy lenta y nosotros esperando en la gradas a ver cuando podemos colarnos. Un espabilado legionario, cumpliendo ordenes, nos impedía acceder al interior del campo, pero en un descuido nos colamos (101 mil perdones, caballero legionario) y pisamos tierra santa.

Fotitos, vídeos, saludos, sonrisas, palmadas, ..... esto es el ambiente de los 101. De fono continua lentamente la marcha multicolor. Ya queda poco para nuestro momento mágico. Las 11, y con puntualidad inglesa, se da la salida, con una traca de petardos y cohetes nada envidiable a las fallas valencianas. Esto ya no hay quien lo pare.

En poco menos de 10 minutos ya estamos en las calles de Ronda, camino de los primeros kilómetros. Si alguien tiene dudas de acudir a esta prueba, que se venga un día a la calle de La Bola y vea el ambiente. Seguro que deseará que pasen los 365 dias que le separan de los 101 lo mas pronto posible. Asi al menos pensamos mas de un cientounero ;-)

Tras recorrer Ronda disfrutando del ambiente y despedirme de Lola y Rosa nos dirigimos directamente a la serranía rondeña, tras muchos jiji, y muchos jaja, vemos la primera cuesta, subimos controlando el ritmo y un “este año hay caramelos para todos” nos saluda del avituallamiento mas simpático de todos, el de siempre, el del final de la primera cuesta, caramelos gominolas a diestro y siniestro, manguera de agua para refrescar, fotos a doquier y muchos, muchos, muchos ánimos. Hasta se podía entrar en el chalé a hacer pipi ;-)

Seguimos nuestro recorrido, y comprobamos que el ritmo del grupo que acompaña a AG va mas despacio que nuestro ritmo. En una confluencia donde vemos la cámara de Canal Sur TV y dejo ir al resto del equipo (Cayo iba acompañando a grupo de AG) Elniño y Santi, y Pepe se queda conmigo, nos da os cuenta de que el ritmo es lento, muy lento. Vemos a los 20 minutos como llegan todos, el cámara se monta en un pickup y a la misma vez que graba le suelta el micro a AG, este empieza a hacer su trabajo y empieza a entrevistarnos a la vez que corremos... pasmao nos quedamos, jejejejeje

Continuamos con la carrera, a buen ritmo, unas veces trotando, otras corriendo y otras andando a pasao vivo. Salvo Cayo que sigue con el grupo de AG, el resto vamos disfrutando. Y algunos dudan de la capacidad de los acompañantes de AG en pode aguantar. Inma, una cámata de TV, hace gimnasia, pilates, y ha corrido una carrera popular de 10km.... del resto estan AG y otra acompañante que bajan de 3h30 en maratón. Raúl, otro cámara tambien es habitual de las carreras. Este currículo empieza a minar la moral de la tropa pretoriaza y viendo que no son capaces de coger el ritmo del equipo empezamos a dudar de que la empresa llegue a buen puerto.

Pero la carrera continua, y en un pis pas nos encontramos en el bucle de las Naveta, km15, campo de maniobras del ejercito, donde nos cruzamos con los ciclistas, y entre ellos con algún que otro marchador, allá vemos a un tipo canijo, con gafas de culo de botella, unas calzonas de vete tu a saber de donde son, un polo de los simpson y una coletita.... luego nos enteraríamos que fue el ganador. Para nosotros era el km15, para él el km30. Casi ná.

Alcanzamos a los pretorianos Juani, Manolo Ortiga y Potaje, y durante el bucle vamos con ellos, disfrutando de la buena conversación y del cachondeo que nos caracteriza, jejejejeje. Circuito Azcari, vemos lo coches zumbar, pero zumbar de verdad, y el avituallamiento.... ¡Ay el avituallamiento!, menos mal que uno esta preparado, pero eso de esperar 20 minutos es mucho... ¿o nos hemos encontrado todos juntos, o algo falla? El agua de la cisterna sabe a rayos (pero cae) y a pesar de solo un vaso de agua y otro de acuarius los donuts nos quitan cualquier atisbo de mala cara, jajajajaja

Esperamos al grupo de AG y a cuando llegan y toman el avituallamiento van y se sientan a la sombra.... una de las primeras premisas en Ronda es no sentarse salvo fuerza mayor. Esta “foto” vuelve a minar la moral del equipo. Me siento incómodo entre dos fuegos, uno, el de querer acompañar al grupo de AG, y el otro, el de hacerlo con el equipo pretoriano. Cayo se queda con AG y nosotros continuamos la carrera, ahora somos 7 pretorian@s. Paso a paso vamos comiendo kilómetros.

Allá a lo lejos, algo no cuadra, una silueta marcha con dificultad, no es cuesta arriba, el resto de corredores lo pasan trotando, sin dificultad, ese perfil nos es conocido, llegamos a su altura y lo reconocemos al instante, estas bien Quinti? Te encuentra mal? Pensamos que la cosa no pinta bien, tiene muy mala cara. Tranquilos, estoy bien, hartito de calambres que no me dejan ni mover. Es el km veintipoco y nos comenta que el próximo avituallamiento nos abandona. Lo sentimos en el alma, hace tres semanas coincidimos con “Alicia” y él en Mérida y se le veía que disfrutaba cada metro de la carrera. Ahora no. Sufre es la palabra correcta. Nos alejamos callados, en silencio, pensando si dejarlo solo en ese estado es lo correcto, pero ante su insistencia, respeto.

Y nos vamos acercando a Arriate, y justo después con la famosa cuesta de los cochinos (o de las salinas), dura de cojones. Sabiendo como es de duro, no dudamos en hincarnos una litrona de cruzcampo bien fria antes de afrontar la dura prueba de culminar la cima de los cochinos. En Arriate, km35 nos esperan la familia de Santi (que gustazo verte gente cercana y querida durante la carrera, eso no tiene precio) y nos ofrecen de comer, cosa que no nos hace falta. La cervecita y tira millas palcielo ;-)

Dejamos Arriate, y escoltamos a unos participantes con una bandera tricolor, el pueblo entero los anima desgañitándose, “oye, esta no será del orgullo gay, no?” “que va, hombre, es la bandera de Arriate, que somos de aquí, y no nos adelantéis, porfa”, ”no problem, vais a ser escoltados por la guardia pretoriana” y entre vítores y aplausos cruzamos Arriate ;-)

Enfilamos la cuesta de los cochinos, y nos encontramos con el pretoriano CHECHU, va fundido, mala cara. Dice que no puede mas, pero que no abandona. Se nos une al grupo, ahora somos 8. La cuesta de los cochinos. A diestra y siniestra, atletas descansando a la sombra de los árboles. Algunos pidiendo la hora. Calambres, pájaras, vómitos, mala cara,... el calor ha hecho estragos. Chechu se nos queda a descansar en un recodo. Nosotros continuamos. Saludo a la pareja feliz, del Homenaje, los mismos. Nos deseamos suerte.

Culminamos la cuesta, km40 y vemos sentado a la sombra al pretoriano JAVI, 8/5 la tensión, no ha parado de vomitar durante la cuesta. Cansado y que abandona. Le digo de broma si ha bebido cerveza. Me dice que si. ¿Cuál? Le pregunto. San Miguel, me contesta malhumorado. Ahí esta el fallo, le digo, jejejeje. Entre abrazos y chistes le dejamos subido a un jeep de La Legión. Potaje, que acaba de llegar empieza a vomitar. Mismo cuadro en Mérida. Se vuelve a repetir. Abandona también. Reanudamos el camino, con enorme tristeza por las bajas de los compañeros.

Empieza el recorrido por la romería de todos los años. Parece que siempre están de romería, jajajajaja. Cuatro ediciones y en la cuatro ha coincidido la romería. “¡Esos romanos! ¡pecholatas!, el de las plumas, ¡que salude!” no veas lo que se liga con el casco, jejejejeje. “¡Menos ánimos y mas litronas!” grita el niño y allá que se acerca una jovencita con un litro en la mano, traguito para reponer fuerzas y con un fuerte ”¡gracias guapa!” continuamos la carrera

Km 45, control antes de Setenil. Puesto de avituallamiento. Llevamos mas de una hora de ventaja sobre el grupo de AG. Ponemos a funcionar los móviles a ver que pasa. No hay cobertura. Maldita sea. Ahora que hacemos?. ¿Corremos patras?. Algunos dicen que no debemos de hacer mas de los 101km, bastante tenemos ya. Otros plantean romper el equipo y que cada uno continúe a su ritmo. Difícil decisión. Tras una espera de mas de 20 minutos nos alcanzan Chechu, Scheilor y Lex Tutor, y comentamos la situación. Llegamos a la conclusión de que no tiene sentido llegar a los controles y esperar a que estemos todos para pasar el control. El tiempo de espera se iría incrementando a medida que la carrera avanzase. Además, algunos no han dejado ropa de abrigo, ni frontales en Setenil, y corremos el riesgo de llegar de noche, y el frio en la sierra de noche es tela. Tomamos la decisión de romper el equipo, yo soy el que me quedo a esperar a Cayo y el grupo de AG. El resto continúa su carrera. Objetivo, alcanzar a Juani y ayudarla en su estreno a terminar la carrera. Me doy media vuelta y acudo al encuentro de Cayo, que viene corriendo a nuestro encuentro para pasar el control, y como los móviles no funcionan, me decido a deshacer lo corrido. La mirada de asombro del resto de marchadores es un poema. Allá a lo lejos veo el yelmo emplumado, levanto las manos para que me vea. Nos saludamos y comento la última nueva. Nos planteamos la carrera. Objetivo, que AG y sus acompañantes culminen la carrera. Esperamos en el puesto de avituallamiento conversando con el resto de participantes. La tarde se nos hecha encima. Nos queda una noche larga. Y quizás una mañana también. No importa. A mas tiempo, mas disfrute. Reseteamos el disco duro y nos replanteamos la carrera. Objetivo: AG en meta: reportaje Canal Sur TV: 15 años esperando la prueba su momento de gloria en TV: amamos la prueba: correr jugando o jugar a correr: espíritu legionario-cientounero-pretoriano. Lento, Suave, Sin Miedo.

Continuara.....