¡¡Tomares vinci!!
La estrategia a partir de ahora era aguantar el tipo hasta que el calor dejara de apretar. Luego ya vería, si pudiera alcanzar al equipo pretoriano, me podría dar con un canto en los dientes, pero había que reconocer que los 5 componentes del mismo estaban a años luz de mi condición física, y tras el esfuerzo hecho hasta Setenil, la cosa era muy halagüeña.
El siguiente punto/objetivo era el cuartel, en el km77. El recorrido picaba hacia arriba hasta el 69, y luego hacia abajo. Asi que si aguantaba el tipo en estos primeros kilómetros, quizá pudiera dejarme caer hasta el cuartel y llegar en un tiempo decente. Andar la cuestas arribas y trotar las cuestas abajo. Esto es lo que hay
Pienso, a la hora que es, la caló va a remitir. De hecho me quité la gasa de mis niñas de la cabeza y me la relié en el cuello, pero el lorenzo me estaba dando en el cogote y me ardía la piel. Volví a colocarme la gasa bajo la gorra cientounera. Asi, con paso corto y decidido reinicié mi andadura por los caminos serranos, con el sándwich de jamón y chocolate en una mano, y la mente puesta en el porqué.
Iba empachado. La falta de agua hizo que me atracase de líquido en Setenil. No era para menos, porque la deshidratación que habíamos pasado subiendo la cuesta de los cochinos no era asunto baladí. Dos vasos de cocacola fresquita habían acrecentado la pesadez en el estómago, y el bocata cientounero iban poco a poco aumentando el malestar. No tenía ganas de dar ni un bocado, pero entre que no quería tirar nada al campo (te pueden descalificar) y que tenía que comer por narices aunque no tuviera ganas (según recomiendan los expertos), hice de tripas corazón y me zampé el emparedado mientras ascendía los primeros kilómetros. Que trabajito me costó
PV13-km59 – Que mal estoy. La indigestión me dura. Sigo teniendo una sed tremenda, pero no me entra nada. Estoy tocado, además de físicamente, anímicamente. No sé si podré aguantar. Ahora que estoy solo recuerdo el porqué. El porqué de estar aquí. Ha sido un año duro, muy duro. He dejado a mi mujer con mis hijas en casa. Lola con apenas un mes de vida. Mi mujer con el vientre rajado y pendiente de las curas. ¿Entonces porqué he venido?. Por mi madre, que en paz descanse. ¿O por mi?.
No, por ella, aunque si fuese por ella no me lo habría permitido. Siempre me preguntaba que porque corría tanto, que eso no era bueno. Y yo le comentaba que sí, que desde que lo hacía podía donar sangre. Y los 20kg menos, y lo bien que me encontraba. Y que no conocía a ningún médico que me lo prohibiera. Estoy aquí por ella, para que sepa que lo que ha sufrido en esta vida por darlo todo a sus hijos y seres queridos no ha sido en balde. Esta es mi penitencia personal para demostrarle que tanto esfuerzo ha valido la pena, para que los que aún seguimos aquí intentemos ser como ella y podamos transmitirle a nuestros descendientes, con cariño y afecto, todos los valores que nos transmitió ella.
¿Esto es sufrir? No. Sufrir es lo que pasó mi madre, con 80 años, en la cama del hospital, con 18 grapas en el pecho y otras tantas en la pierna, recuperándose de una operación de corazón, después de tres días en la UCI, mas unos cuantos mas en observación. Tres meses en el hospital, entre una cosa y otra, sin moverse, lamentándose de que ya no serviría para nada, que sería un estorbo para nosotros. Preguntándose para que continuaba viva, que porqué no le daban algo para que durmiese y no se despertara mas. Yo le contestaba que estaba aquí para poder verle los ojos a su segunda nieta, a LOLA, que se iba a llamar como ella, con eso era suficiente para seguir con nosotros. No le dio tiempo. Ahora cada vez que veo a mi LOLA, pienso en mi madre. Cada vez que sufro, pienso en lo que ella pasó. Va por ti MAMA, espero que me veáis tu y PAPA desde el cielo llegar a meta.
Lleno el bote con hielo, isotónico y agua. Me indican que mis compañeros me llevan ventaja, que soy el último. Balbuceo que no, que soy la vanguardia de la retaguardia, que aún quedan Pretorianos por detrás. Además, así disfruto de la carrera mas tiempo. Sigo con la marcha. El calor sigue apretando.
PV14-km64 – Aún sigo con molestias estomacales. Parece que me he comido un pavo relleno yo solo. La cuesta es interminable, no paro de subir, pendiente suave, pero constante. En ningún momento se me ocurre trotar, aunque el circuito invite en algunos tramos a ellos. Además en un par de ocasiones que lo intenté, los dolores en los cuadriceps son enormes, y se me ha añadido un dolor nuevo que le temo mas que a una vara verde: los gemelos se me estan “subiendo”. Recuerdo una vez que me ocurrió y me pegué mas de una semana sin hacer nada. Se nota la falta de sales por la deshidratación sufrida en la mencionada cuesta de los cochinos, ¡¡que mal rollo....!! Me indican unos espectadores que los Pretorianos acaban de comer y que están a unos diez minutos. ¡Coño!, esto no puede ser, ¿qué les habrá pasado?
PV15-km67,5 – Ya parece que el calor deja de apretar y la pendiente cambia, asi que me decido a trotar, pero... los gemelos me están diciendo que no, que como se me ocurra van a dar un brinco que me voy a enterar. Busco una farola para estirar... pero ¿donde encuentro yo una farola en medio del campo?. Bueno, buscaré un arbol ¿pero donde hay un árbol al lado del sendero?. Nada, sigo andando, hasta que encuentro un árbol que viene que ni pintado, donde me pego mas de un cuarto de hora estirando, sobre todo los cuadriceps y los gemelos, y ya, cuando me siento repuesto muscularmente, empiezo a trotar, muy despacito, y parece que los gemelos me respetan, jejeje. Además, el calor va remitiendo, y la indigestión se me esta pasando, jejejeje.
En el puesto de avituallamiento me indica un legionario que hace unos 5 minutos que mis compañeros ha pasado. ¡Leche! Si aprieto los alcanzo, jejeje, yo que me creía que como mucho nos cruzaríamos en el cuartel, yo entrando y ellos saliendo. Para mi esto ya hubiera sido un punto. Ahora pienso que podíamos coincidir un buen rato en el tercio, jejeje. Así que aprovechando la bajada empiezo a correr, por senderos estrechos, rodeado de verdes prados, y estos salpicados de arboles. La bajada tiene una pendiente curiosa, pero nada que ver con la famosa “de la alambrada” del año pasado, este año no se puede tener queja del circuito.
Voy pasando marchadores, y cuando la luz empieza a decaer, veo a lo lejos unas plumas rojas ¡un yelmo Pretoriano! Son Cayo Crastino y AVQ, me acerco raudo y veloz y cuando los alcanzo, les sorprendo dando un grito de “¡¡Tomares vinci!!”, jajaja, que alegría les dio ver que les alcanzaba, jejeje. Parece ser que AVQ ha pinchado por culpa de las ampollas. Le indico a Cayo Crastino que alcance al resto del equipo, que me quedo con AVQ y nos vemos en el siguiente puesto. Así que sin esperarlo (aunque deseándolo de corazón) me reincorporo al equipo Pretoriano.
PV16-km72 – De nuevo el equipo de apoyo nos espera pasados el avituallamiento. Es indescriptible lo bien que Fernando y Abuelo Cañete se han portado con el equipo y el resto de Pretorianos. Lo que nos hiciese falta lo tenían preparado y puesta a punto. Una maravilla. Para hacerles un monumento en la plaza de Tomares, jajajaja.
Decidimos adelantarnos AVQ y yo al cuartel, para ganar tiempo, ya que quería que le curasen las heridas. Asi que retomamos en camino a buen ritmo y dejamos al resto reponiendo fuerzas. ¿Quien nos diría a AVQ y a mi que ibamos a ser la avanzadilla de los Pretorianos de Tomares en Ronda, y juntos íbamos a tomar la plaza del Tercio?, ni nosotros nos lo creíamos, jajajajaja. Encendemos los frontales, porque la noche ya se nos ha echado encima. Hace fresco
PV17-km77-Cuartel – Unas veces, las mas, andando, y otras, las menos, trotando, nos plantamos en el cuartel. El trasiego de camiones es enorme. Ya en su día me recomendaron los expertos no mirar en su interior, ya que, algunos, van repletos de “muertos”, cientouneros que son recogidos en los puestos de avituallamiento que han tomado la decisión de abandonar, por diversas causas, y las caritas de estos “muertos” no es lo mas positivo que desea ver uno que aún continúa en la batalla.
A las 23:00 AVQ entra en el cuartel, recoge su mochila y se va al servicio sanitario a sanarse las heridas de guerra. Yo me quedo fuera durante un buen rato para estirar los músculos. Los gemelos me han respetado, pero los cuadriceps los tengo muy tocado. Me duelen una barbaridad. Cuando entro recojo mi mochila y me cambio de calcetines de nuevo, tras un lavado de gato con toallitas. Me masajeo las piernas con alcohol de romero, me relaja. Me pongo una camiseta de mangas largas debajo de la equipación Pretoriaza. Unos guantes, por si las moscas. Llamo a Rosa, para decirle que todo esta bien. Mensaje a Sierra1967 y Pardao, compis de fatiga del año anterior.
Dejo la mochila y cojo una bandeja para comer algo contundente. Este año no hay cerveza, lástima. Me siento con el resto de compañeros que ya hace un rato que han llegado. Nos reencontramos con Carlos, que nos ha alcanzado acompañado de Sheilor. Me saludan algunos cientounero foristas. Me agrada. En ese instante vemos entrar a Tribuno Justo y a Juanjo. Leñe, solo nos falta H+QNC e Isidro, para estar el grupo de Pretorianos al completo. Del primero sabemos que va a su ritmo, muy atrás. Del segundo no tenemos ni idea, no sabemos por donde anda. Por delante es difícil, lo hubiéramos visto pasar. Por detrás hace tiempo que le perdimos la pista, y el móvil no lo coge ¿qué le habrá pasado?
Cayo Crastino recibe la noticia de que Lopera y el Bombero Pretoriano ya han culminado con éxito la prueba. Toda una alegría, sobre todo después de la aparatosa caída del Bombero. Nos comenta que ya viendo las posibilidades de que el equipo no consiga ganar, decidimos cumplir con la máxima del Credo Pretoriano y entrar en meta a la vez el mayor número de Pretorianos. En el cuartel nos encontramos Carlos, Teo, Manolo, Justo, Cayo, Marco Antonio, AVQ, Juanjo y un servidor. 9 en total, que nos convertimos en 8 porque Juanjo abandona. De nada sirve las palabras de ánimo que le damos. Respetamos, por su puesto, su decisión. Nos desea suerte. Me acuerdo de ANGELIN, el año pasado, prácticamente reventado en una mesa. Y luego el subidón que le dió cuando me pasó en Montejaque. Ronda son muchas carreras. Todas diferentes.
Así que, tras curarnos las heridas, cambiarnos de ropa y reponernos, el grupo/equipo pretoriano nos decidimos tomar rumbo hacia victoria, solo nos quedan 24km, culminar la Ermita y conquistar Arunda. Son las 00:30.
PV18-km83,5 – Carlos y Sheilor hacen de avanzadilla, esta vez. Le seguimos AVQ y yo, por si las ampollas le dan la lata. Tras nosotros el resto del equipo, que se quedan esperando a Tribuno Justo, el presi. Nos dirigimos a la Ermita de Montejaque. Desde el cuartel prácticamente bajamos hasta el km80, donde nos cruzamos con otros marchadores que vienen de vuelta de la Ermita en una especie de bucle, para luego ascender por una subida tremenda de tres kilómetros interminables por caminos de tierra. Coronamos el punto mas alto, donde esta la Ermita y en una bajada sinuosa llegamos a Montejaque, donde se situa el último control secreto donde sellan los pasaportes.
A la mitad de la subida, nos alcanza el resto de pretorianos. Justo se queda con nosotros. Los demás se adelantan. La noche nos envuelve. La vista de la subida a la Ermita por el camino recorrido es impresionante, un reguero de lucecitas que desde allí abajo ascienden a paso lento, pero decidido. La santa compaña. Así le llaman. De fondo las luces de Ronda y arriba un cielo estrellado sin igual. Empieza a refrescar cada vez mas. Coronamos la cima, con fuerza y honor, cansados, fatigados, este año nos está costando mas que el año pasado, y eso que es la misma cuesta. Hemos tenido que parar un par de veces a descansar. AVQ está muy tocado. Le están pasando factura el resfriado de los últimos dias y el calor del mediodía. Pero por fin llegamos a la Ermita. Alli nos esperan el resto del equipo.
Me acerco a ver a la virgen. Recuerdo el año pasado, como ATENAS me llamó, ya en Meta, para decirme que le había pedido a Ella que velara por mi y llegara a meta, sano y salvo, y cumpliera con el objetivo de los “101km contra el cáncer”. Me acuerdo de que yo hice lo mismo cuando llegué. Este año es diferente, este año mi Madre no esta entre nosotros, y le pido que le acoja en su seno junto a mi Padre, y que sean felices eternamente. Le pido que vele por la salud de mi hija, Lola, por Rosa, por Rosita, por mis seres queridos. Salud. Solo eso.
Continuamos el descenso. Vemos a nuestros pies Montejaque donde sellamos el pasaporte, el de equipo también. Continuamos los 8. Los Legionarios bromean con nosotros, y nosotros con ellos. Cafelito y pasteles y salimos echando misto para Benaojan
PV19-km87 – En Benaojan otra paradita. El equipo de apoyo, compuesto por los Pretorianos Fernando y Abuelo Cañete nos esperan con mas café y magdalenas. Un simpático caballero legionario nos da unas precisas indicaciones de lo que nos queda. Nos despedimos y seguimos con nuestros andares para adelante. Teo, Carlos, Sheilor y Manolo, han tirado hacia meta. No se prevén mas controles, y los pobres se han quedado cortos con la ropa de abrigo. Estan tiritando y para no coger una hipotermia continúan la carrera a ritmo mas vivo. Acordamos esperarnos antes de entrar en Meta. Nos quedamos Justo, AVQ, Marco Antonio, Cayo Crastino y yo.
PV20-km91 –Por el sendero de la Cueva del Gato vamos contandonos historias y batallitas. Escuchamos alegremente las historias de hipis del Tribuno Justo en la Cueva. Al poco accedemos al penúltimo avituallamiento. De nuevo algo de café calentito. AVQ nada mas llegar se tira al suelo y se acomoda junto a la tienda. Le acerco un café. Me niega con la mano. Insisto, esta calentito y le puede ayudar a reanimarse. Se lo bebe a mala gana. Cayo ha contactado con H+QNC que esta saliendo del cuartel ahora mismo. Junto con Marco Antonio deciden salir al trote a su encuentro en el inicio del buqle para darles ánimos. Me quedo con Justo y AVQ. Apenas tengo fuerzas, pero peor esta AVQ. Ni gesticula palabra, de lo machacado que está. Justo ayuda contando historietas que nos hacen reír por los codos. Y seguimos nuestro camino hacia el Tajo de Ronda.
Nos cruzamos inesperadamente con H+QNC. Viene de ver al equipo de apoyo donde también están Cayo Crastino y Marco Antonio. Le ha dado un bajón al salir del cuartel y por eso ha tardado en llegar al bucle. Nos abrazamos y nos deseamos suerte. El calcula que llegará a la misma hora que el año pasado, una hora le sobró, de las 24. Nos tomamos el último café con Fernando y el Abuelo Cañete antes de enfilar la última cuesta camino del valle del Tajo.
PV21-km95,5 – Esta última cuesta la estoy sufriendo como nadie. Veo de reojo a AVQ, callado, lo esta pasando mal también. Me duelen horrores los riñones y los cuadriceps. Los pies bien. Mas atrás Justo conversa con Cayo. Adelante Marco Antonio abre camino con su “foco de tractor”, increíble como alumbra la lamparita, jejejeje. A izquierda y derecha el olor a excrementos y estiércol nos adivinan que estamos cruzando unas vaquerizas o algo similar. El olor no es tan insoportable como la pendiente de la cuesta, que se las trae. No recuerdo tanto esfuerzo en la edición pasada. La verdad es que llevo un adelanto de 4h, y eso se tiene que notar en algo. Digo yo.
En el último avituallamiento tan solo paramos un segundo a recuperarnos y tomar algo de agua. Solo queda bajar al valle y luego subir la cuesta del Cachondeo, que en realidad se llama de los Molinos. AVQ me confiesa que el año pasado tuvo que bajarla de espaldas, no podía aguantar los los dolores musculares en las piernas. Yo tampoco, por las ampollas en los talones, que milagrosamente no han aparecido en toda la carrera, y ya no creo que lo hagan. Un par de uñas negras y va que chuta.
Cuando empezamos a subir la cuesta del cachondeo, la última por fin, Marco Antonio llama a su sufrida particular y sufre una aparatosa caida. Pero como buen Pretoriano, aguanta las lágrimas mientras comenta a su santa que esta al llegar a Ronda. AVQ y yo con cara de sorprendimos nos meamos de risa al ver la situación tan ridícula de Marco Antonio, móvil en mano, el “foco-tractor”, el casco, la espada, el escudo y todo él, cuan largo es, tendido de culo en el suelo, jajajajaja. Parece mentira, pero después de tantos kilómetros y con lo quemados que estamos, tengamos fuerza para reirnos.
Cayo me pasa el Pendón Pretoriano, es la primera vez, antes me negué a portarlo por no pertenecer al equipo, no fuera que nos llamaran la atención, pero ahora lo agarro con fuerza y honor, y con orgullo, y ya no lo soltaría hasta las puertas de la Alameda del Tajo, me daba alas. Despacio ascendemos por la empedrada cuesta. La noche cerrada. Las estrellas en el firmamento, nuestras testigos, vamos pasando marchadores, otros nos pasan a nosotros. Nos damos ánimos mutuamente. Se hace eterna y muy pesada la cuesta. Pero no paramos, ahora no. Esto es Ronda, y aquí hay que conseguir llegar a meta si no se cae antes reventado, y aún así, también
Alameda del Tajo-km101 – Culminamos la cuesta del cachondeo, ya en la calles de Ronda, cruzamos el puente viejo y vemos al equipo de apoyo se nos une. A lo lejos los amigos y familiares. Vamos corriendo, replegando fuerzas, unos mas adelante, otros mas atrás, el pendón continua en mis manos. Cruzamos el puente nuevo. Los pocos transeúntes que vemos se quedan alucinados, nos dan ánimos y nos aplauden. Desde las ventanas nos reconocen y saludan “¡Ánimos, pretorianos!”.
A lo lejos vemos la plaza de Toros, lugar de repliegue y de cuadrarnos para entrar en Meta. Si los equipos fueran de 8 seríamos los primeros, Manolo portando el Pendón. Justo, Marco Antonio y Cayo Crastino, en segunda línea, los cuatro con los yelmos pretorianos. Atrás, en la retaguardia, Teo, Carlos, AVQ y un servidor. Los Pretorianos de Tomares hacen acto de presencia en Ronda. Últimos metros, al trote, en formación, al grito de “¡¡Tomares Vinci!!”, “¡¡Viva la Legión!!”, “¡¡Viva Ronda!!”, "¡¡Vivan los 101!!", y entre los vítores y el deleite del público (poco, pero muy animado) enfervorizado, cruzamos la línea de Meta. 6:00 AM. 19h. 101km. Ronda. Pretorianos de Tomares.
Entre abrazos y felicitaciones, rompo a llorar, no creí que lo conseguiría, pero es cierto, que el entreno de los 101km de Ronda, es 50% físico, y el otro 50% psíquico. Este, ya lo dije, lo tenía suficientemente entrenado, por los famosos “motivos motivantes”. Va por ti Mamá.
Mi agradecimiento a los Pretorianos de Tomares, que sin ellos no hubiera sido capaz de culminar tan bien esta empresa (4h menos que el año pasado y con mucho menos entreno físico) y de la forma en que lo hicimos, aguantando el ritmo para poder entrar 8 pretorianos a la vez, y esto si que es una enorme gesta.
Salud, Fuerza y Honor. PLUM (Pretoriano de Tomares)
PD1: Al final, sorpresa, los Pretorianos de Tomares, fueron el tercer equipo clasificado en modalidad civil. Se lo merecen.
PD2: H+QNC llegó casi cumplidas las 23h. Isidro a la media hora de nosotros, de saberlo lo hubiéramos esperado. Se dejó el móvil, por eso no nos contestaba. De 14 que salimos, abandonaron solo dos.
PD3: me quedo con un comentario de la crónica de Cayo Crastino:
"No aparecerá, en esta ocasión, nombre alguno porque serían tantos como anécdotas se vivieron, pero si quedará escrito que al cruzar la línea de meta alguien sintió una mano en el hombro y al darse la vuelta, un corredor le dijo “no me conoces pero quiero decirte que Los Pretorianos de Tomares empiezan a ser una leyenda…” "
El siguiente punto/objetivo era el cuartel, en el km77. El recorrido picaba hacia arriba hasta el 69, y luego hacia abajo. Asi que si aguantaba el tipo en estos primeros kilómetros, quizá pudiera dejarme caer hasta el cuartel y llegar en un tiempo decente. Andar la cuestas arribas y trotar las cuestas abajo. Esto es lo que hay
Pienso, a la hora que es, la caló va a remitir. De hecho me quité la gasa de mis niñas de la cabeza y me la relié en el cuello, pero el lorenzo me estaba dando en el cogote y me ardía la piel. Volví a colocarme la gasa bajo la gorra cientounera. Asi, con paso corto y decidido reinicié mi andadura por los caminos serranos, con el sándwich de jamón y chocolate en una mano, y la mente puesta en el porqué.
Iba empachado. La falta de agua hizo que me atracase de líquido en Setenil. No era para menos, porque la deshidratación que habíamos pasado subiendo la cuesta de los cochinos no era asunto baladí. Dos vasos de cocacola fresquita habían acrecentado la pesadez en el estómago, y el bocata cientounero iban poco a poco aumentando el malestar. No tenía ganas de dar ni un bocado, pero entre que no quería tirar nada al campo (te pueden descalificar) y que tenía que comer por narices aunque no tuviera ganas (según recomiendan los expertos), hice de tripas corazón y me zampé el emparedado mientras ascendía los primeros kilómetros. Que trabajito me costó
PV13-km59 – Que mal estoy. La indigestión me dura. Sigo teniendo una sed tremenda, pero no me entra nada. Estoy tocado, además de físicamente, anímicamente. No sé si podré aguantar. Ahora que estoy solo recuerdo el porqué. El porqué de estar aquí. Ha sido un año duro, muy duro. He dejado a mi mujer con mis hijas en casa. Lola con apenas un mes de vida. Mi mujer con el vientre rajado y pendiente de las curas. ¿Entonces porqué he venido?. Por mi madre, que en paz descanse. ¿O por mi?.
No, por ella, aunque si fuese por ella no me lo habría permitido. Siempre me preguntaba que porque corría tanto, que eso no era bueno. Y yo le comentaba que sí, que desde que lo hacía podía donar sangre. Y los 20kg menos, y lo bien que me encontraba. Y que no conocía a ningún médico que me lo prohibiera. Estoy aquí por ella, para que sepa que lo que ha sufrido en esta vida por darlo todo a sus hijos y seres queridos no ha sido en balde. Esta es mi penitencia personal para demostrarle que tanto esfuerzo ha valido la pena, para que los que aún seguimos aquí intentemos ser como ella y podamos transmitirle a nuestros descendientes, con cariño y afecto, todos los valores que nos transmitió ella.
¿Esto es sufrir? No. Sufrir es lo que pasó mi madre, con 80 años, en la cama del hospital, con 18 grapas en el pecho y otras tantas en la pierna, recuperándose de una operación de corazón, después de tres días en la UCI, mas unos cuantos mas en observación. Tres meses en el hospital, entre una cosa y otra, sin moverse, lamentándose de que ya no serviría para nada, que sería un estorbo para nosotros. Preguntándose para que continuaba viva, que porqué no le daban algo para que durmiese y no se despertara mas. Yo le contestaba que estaba aquí para poder verle los ojos a su segunda nieta, a LOLA, que se iba a llamar como ella, con eso era suficiente para seguir con nosotros. No le dio tiempo. Ahora cada vez que veo a mi LOLA, pienso en mi madre. Cada vez que sufro, pienso en lo que ella pasó. Va por ti MAMA, espero que me veáis tu y PAPA desde el cielo llegar a meta.
Lleno el bote con hielo, isotónico y agua. Me indican que mis compañeros me llevan ventaja, que soy el último. Balbuceo que no, que soy la vanguardia de la retaguardia, que aún quedan Pretorianos por detrás. Además, así disfruto de la carrera mas tiempo. Sigo con la marcha. El calor sigue apretando.
PV14-km64 – Aún sigo con molestias estomacales. Parece que me he comido un pavo relleno yo solo. La cuesta es interminable, no paro de subir, pendiente suave, pero constante. En ningún momento se me ocurre trotar, aunque el circuito invite en algunos tramos a ellos. Además en un par de ocasiones que lo intenté, los dolores en los cuadriceps son enormes, y se me ha añadido un dolor nuevo que le temo mas que a una vara verde: los gemelos se me estan “subiendo”. Recuerdo una vez que me ocurrió y me pegué mas de una semana sin hacer nada. Se nota la falta de sales por la deshidratación sufrida en la mencionada cuesta de los cochinos, ¡¡que mal rollo....!! Me indican unos espectadores que los Pretorianos acaban de comer y que están a unos diez minutos. ¡Coño!, esto no puede ser, ¿qué les habrá pasado?
PV15-km67,5 – Ya parece que el calor deja de apretar y la pendiente cambia, asi que me decido a trotar, pero... los gemelos me están diciendo que no, que como se me ocurra van a dar un brinco que me voy a enterar. Busco una farola para estirar... pero ¿donde encuentro yo una farola en medio del campo?. Bueno, buscaré un arbol ¿pero donde hay un árbol al lado del sendero?. Nada, sigo andando, hasta que encuentro un árbol que viene que ni pintado, donde me pego mas de un cuarto de hora estirando, sobre todo los cuadriceps y los gemelos, y ya, cuando me siento repuesto muscularmente, empiezo a trotar, muy despacito, y parece que los gemelos me respetan, jejeje. Además, el calor va remitiendo, y la indigestión se me esta pasando, jejejeje.
En el puesto de avituallamiento me indica un legionario que hace unos 5 minutos que mis compañeros ha pasado. ¡Leche! Si aprieto los alcanzo, jejeje, yo que me creía que como mucho nos cruzaríamos en el cuartel, yo entrando y ellos saliendo. Para mi esto ya hubiera sido un punto. Ahora pienso que podíamos coincidir un buen rato en el tercio, jejeje. Así que aprovechando la bajada empiezo a correr, por senderos estrechos, rodeado de verdes prados, y estos salpicados de arboles. La bajada tiene una pendiente curiosa, pero nada que ver con la famosa “de la alambrada” del año pasado, este año no se puede tener queja del circuito.
Voy pasando marchadores, y cuando la luz empieza a decaer, veo a lo lejos unas plumas rojas ¡un yelmo Pretoriano! Son Cayo Crastino y AVQ, me acerco raudo y veloz y cuando los alcanzo, les sorprendo dando un grito de “¡¡Tomares vinci!!”, jajaja, que alegría les dio ver que les alcanzaba, jejeje. Parece ser que AVQ ha pinchado por culpa de las ampollas. Le indico a Cayo Crastino que alcance al resto del equipo, que me quedo con AVQ y nos vemos en el siguiente puesto. Así que sin esperarlo (aunque deseándolo de corazón) me reincorporo al equipo Pretoriano.
PV16-km72 – De nuevo el equipo de apoyo nos espera pasados el avituallamiento. Es indescriptible lo bien que Fernando y Abuelo Cañete se han portado con el equipo y el resto de Pretorianos. Lo que nos hiciese falta lo tenían preparado y puesta a punto. Una maravilla. Para hacerles un monumento en la plaza de Tomares, jajajaja.
Decidimos adelantarnos AVQ y yo al cuartel, para ganar tiempo, ya que quería que le curasen las heridas. Asi que retomamos en camino a buen ritmo y dejamos al resto reponiendo fuerzas. ¿Quien nos diría a AVQ y a mi que ibamos a ser la avanzadilla de los Pretorianos de Tomares en Ronda, y juntos íbamos a tomar la plaza del Tercio?, ni nosotros nos lo creíamos, jajajajaja. Encendemos los frontales, porque la noche ya se nos ha echado encima. Hace fresco
PV17-km77-Cuartel – Unas veces, las mas, andando, y otras, las menos, trotando, nos plantamos en el cuartel. El trasiego de camiones es enorme. Ya en su día me recomendaron los expertos no mirar en su interior, ya que, algunos, van repletos de “muertos”, cientouneros que son recogidos en los puestos de avituallamiento que han tomado la decisión de abandonar, por diversas causas, y las caritas de estos “muertos” no es lo mas positivo que desea ver uno que aún continúa en la batalla.
A las 23:00 AVQ entra en el cuartel, recoge su mochila y se va al servicio sanitario a sanarse las heridas de guerra. Yo me quedo fuera durante un buen rato para estirar los músculos. Los gemelos me han respetado, pero los cuadriceps los tengo muy tocado. Me duelen una barbaridad. Cuando entro recojo mi mochila y me cambio de calcetines de nuevo, tras un lavado de gato con toallitas. Me masajeo las piernas con alcohol de romero, me relaja. Me pongo una camiseta de mangas largas debajo de la equipación Pretoriaza. Unos guantes, por si las moscas. Llamo a Rosa, para decirle que todo esta bien. Mensaje a Sierra1967 y Pardao, compis de fatiga del año anterior.
Dejo la mochila y cojo una bandeja para comer algo contundente. Este año no hay cerveza, lástima. Me siento con el resto de compañeros que ya hace un rato que han llegado. Nos reencontramos con Carlos, que nos ha alcanzado acompañado de Sheilor. Me saludan algunos cientounero foristas. Me agrada. En ese instante vemos entrar a Tribuno Justo y a Juanjo. Leñe, solo nos falta H+QNC e Isidro, para estar el grupo de Pretorianos al completo. Del primero sabemos que va a su ritmo, muy atrás. Del segundo no tenemos ni idea, no sabemos por donde anda. Por delante es difícil, lo hubiéramos visto pasar. Por detrás hace tiempo que le perdimos la pista, y el móvil no lo coge ¿qué le habrá pasado?
Cayo Crastino recibe la noticia de que Lopera y el Bombero Pretoriano ya han culminado con éxito la prueba. Toda una alegría, sobre todo después de la aparatosa caída del Bombero. Nos comenta que ya viendo las posibilidades de que el equipo no consiga ganar, decidimos cumplir con la máxima del Credo Pretoriano y entrar en meta a la vez el mayor número de Pretorianos. En el cuartel nos encontramos Carlos, Teo, Manolo, Justo, Cayo, Marco Antonio, AVQ, Juanjo y un servidor. 9 en total, que nos convertimos en 8 porque Juanjo abandona. De nada sirve las palabras de ánimo que le damos. Respetamos, por su puesto, su decisión. Nos desea suerte. Me acuerdo de ANGELIN, el año pasado, prácticamente reventado en una mesa. Y luego el subidón que le dió cuando me pasó en Montejaque. Ronda son muchas carreras. Todas diferentes.
Así que, tras curarnos las heridas, cambiarnos de ropa y reponernos, el grupo/equipo pretoriano nos decidimos tomar rumbo hacia victoria, solo nos quedan 24km, culminar la Ermita y conquistar Arunda. Son las 00:30.
PV18-km83,5 – Carlos y Sheilor hacen de avanzadilla, esta vez. Le seguimos AVQ y yo, por si las ampollas le dan la lata. Tras nosotros el resto del equipo, que se quedan esperando a Tribuno Justo, el presi. Nos dirigimos a la Ermita de Montejaque. Desde el cuartel prácticamente bajamos hasta el km80, donde nos cruzamos con otros marchadores que vienen de vuelta de la Ermita en una especie de bucle, para luego ascender por una subida tremenda de tres kilómetros interminables por caminos de tierra. Coronamos el punto mas alto, donde esta la Ermita y en una bajada sinuosa llegamos a Montejaque, donde se situa el último control secreto donde sellan los pasaportes.
A la mitad de la subida, nos alcanza el resto de pretorianos. Justo se queda con nosotros. Los demás se adelantan. La noche nos envuelve. La vista de la subida a la Ermita por el camino recorrido es impresionante, un reguero de lucecitas que desde allí abajo ascienden a paso lento, pero decidido. La santa compaña. Así le llaman. De fondo las luces de Ronda y arriba un cielo estrellado sin igual. Empieza a refrescar cada vez mas. Coronamos la cima, con fuerza y honor, cansados, fatigados, este año nos está costando mas que el año pasado, y eso que es la misma cuesta. Hemos tenido que parar un par de veces a descansar. AVQ está muy tocado. Le están pasando factura el resfriado de los últimos dias y el calor del mediodía. Pero por fin llegamos a la Ermita. Alli nos esperan el resto del equipo.
Me acerco a ver a la virgen. Recuerdo el año pasado, como ATENAS me llamó, ya en Meta, para decirme que le había pedido a Ella que velara por mi y llegara a meta, sano y salvo, y cumpliera con el objetivo de los “101km contra el cáncer”. Me acuerdo de que yo hice lo mismo cuando llegué. Este año es diferente, este año mi Madre no esta entre nosotros, y le pido que le acoja en su seno junto a mi Padre, y que sean felices eternamente. Le pido que vele por la salud de mi hija, Lola, por Rosa, por Rosita, por mis seres queridos. Salud. Solo eso.
Continuamos el descenso. Vemos a nuestros pies Montejaque donde sellamos el pasaporte, el de equipo también. Continuamos los 8. Los Legionarios bromean con nosotros, y nosotros con ellos. Cafelito y pasteles y salimos echando misto para Benaojan
PV19-km87 – En Benaojan otra paradita. El equipo de apoyo, compuesto por los Pretorianos Fernando y Abuelo Cañete nos esperan con mas café y magdalenas. Un simpático caballero legionario nos da unas precisas indicaciones de lo que nos queda. Nos despedimos y seguimos con nuestros andares para adelante. Teo, Carlos, Sheilor y Manolo, han tirado hacia meta. No se prevén mas controles, y los pobres se han quedado cortos con la ropa de abrigo. Estan tiritando y para no coger una hipotermia continúan la carrera a ritmo mas vivo. Acordamos esperarnos antes de entrar en Meta. Nos quedamos Justo, AVQ, Marco Antonio, Cayo Crastino y yo.
PV20-km91 –Por el sendero de la Cueva del Gato vamos contandonos historias y batallitas. Escuchamos alegremente las historias de hipis del Tribuno Justo en la Cueva. Al poco accedemos al penúltimo avituallamiento. De nuevo algo de café calentito. AVQ nada mas llegar se tira al suelo y se acomoda junto a la tienda. Le acerco un café. Me niega con la mano. Insisto, esta calentito y le puede ayudar a reanimarse. Se lo bebe a mala gana. Cayo ha contactado con H+QNC que esta saliendo del cuartel ahora mismo. Junto con Marco Antonio deciden salir al trote a su encuentro en el inicio del buqle para darles ánimos. Me quedo con Justo y AVQ. Apenas tengo fuerzas, pero peor esta AVQ. Ni gesticula palabra, de lo machacado que está. Justo ayuda contando historietas que nos hacen reír por los codos. Y seguimos nuestro camino hacia el Tajo de Ronda.
Nos cruzamos inesperadamente con H+QNC. Viene de ver al equipo de apoyo donde también están Cayo Crastino y Marco Antonio. Le ha dado un bajón al salir del cuartel y por eso ha tardado en llegar al bucle. Nos abrazamos y nos deseamos suerte. El calcula que llegará a la misma hora que el año pasado, una hora le sobró, de las 24. Nos tomamos el último café con Fernando y el Abuelo Cañete antes de enfilar la última cuesta camino del valle del Tajo.
PV21-km95,5 – Esta última cuesta la estoy sufriendo como nadie. Veo de reojo a AVQ, callado, lo esta pasando mal también. Me duelen horrores los riñones y los cuadriceps. Los pies bien. Mas atrás Justo conversa con Cayo. Adelante Marco Antonio abre camino con su “foco de tractor”, increíble como alumbra la lamparita, jejejeje. A izquierda y derecha el olor a excrementos y estiércol nos adivinan que estamos cruzando unas vaquerizas o algo similar. El olor no es tan insoportable como la pendiente de la cuesta, que se las trae. No recuerdo tanto esfuerzo en la edición pasada. La verdad es que llevo un adelanto de 4h, y eso se tiene que notar en algo. Digo yo.
En el último avituallamiento tan solo paramos un segundo a recuperarnos y tomar algo de agua. Solo queda bajar al valle y luego subir la cuesta del Cachondeo, que en realidad se llama de los Molinos. AVQ me confiesa que el año pasado tuvo que bajarla de espaldas, no podía aguantar los los dolores musculares en las piernas. Yo tampoco, por las ampollas en los talones, que milagrosamente no han aparecido en toda la carrera, y ya no creo que lo hagan. Un par de uñas negras y va que chuta.
Cuando empezamos a subir la cuesta del cachondeo, la última por fin, Marco Antonio llama a su sufrida particular y sufre una aparatosa caida. Pero como buen Pretoriano, aguanta las lágrimas mientras comenta a su santa que esta al llegar a Ronda. AVQ y yo con cara de sorprendimos nos meamos de risa al ver la situación tan ridícula de Marco Antonio, móvil en mano, el “foco-tractor”, el casco, la espada, el escudo y todo él, cuan largo es, tendido de culo en el suelo, jajajajaja. Parece mentira, pero después de tantos kilómetros y con lo quemados que estamos, tengamos fuerza para reirnos.
Cayo me pasa el Pendón Pretoriano, es la primera vez, antes me negué a portarlo por no pertenecer al equipo, no fuera que nos llamaran la atención, pero ahora lo agarro con fuerza y honor, y con orgullo, y ya no lo soltaría hasta las puertas de la Alameda del Tajo, me daba alas. Despacio ascendemos por la empedrada cuesta. La noche cerrada. Las estrellas en el firmamento, nuestras testigos, vamos pasando marchadores, otros nos pasan a nosotros. Nos damos ánimos mutuamente. Se hace eterna y muy pesada la cuesta. Pero no paramos, ahora no. Esto es Ronda, y aquí hay que conseguir llegar a meta si no se cae antes reventado, y aún así, también
Alameda del Tajo-km101 – Culminamos la cuesta del cachondeo, ya en la calles de Ronda, cruzamos el puente viejo y vemos al equipo de apoyo se nos une. A lo lejos los amigos y familiares. Vamos corriendo, replegando fuerzas, unos mas adelante, otros mas atrás, el pendón continua en mis manos. Cruzamos el puente nuevo. Los pocos transeúntes que vemos se quedan alucinados, nos dan ánimos y nos aplauden. Desde las ventanas nos reconocen y saludan “¡Ánimos, pretorianos!”.
A lo lejos vemos la plaza de Toros, lugar de repliegue y de cuadrarnos para entrar en Meta. Si los equipos fueran de 8 seríamos los primeros, Manolo portando el Pendón. Justo, Marco Antonio y Cayo Crastino, en segunda línea, los cuatro con los yelmos pretorianos. Atrás, en la retaguardia, Teo, Carlos, AVQ y un servidor. Los Pretorianos de Tomares hacen acto de presencia en Ronda. Últimos metros, al trote, en formación, al grito de “¡¡Tomares Vinci!!”, “¡¡Viva la Legión!!”, “¡¡Viva Ronda!!”, "¡¡Vivan los 101!!", y entre los vítores y el deleite del público (poco, pero muy animado) enfervorizado, cruzamos la línea de Meta. 6:00 AM. 19h. 101km. Ronda. Pretorianos de Tomares.
Entre abrazos y felicitaciones, rompo a llorar, no creí que lo conseguiría, pero es cierto, que el entreno de los 101km de Ronda, es 50% físico, y el otro 50% psíquico. Este, ya lo dije, lo tenía suficientemente entrenado, por los famosos “motivos motivantes”. Va por ti Mamá.
Mi agradecimiento a los Pretorianos de Tomares, que sin ellos no hubiera sido capaz de culminar tan bien esta empresa (4h menos que el año pasado y con mucho menos entreno físico) y de la forma en que lo hicimos, aguantando el ritmo para poder entrar 8 pretorianos a la vez, y esto si que es una enorme gesta.
Salud, Fuerza y Honor. PLUM (Pretoriano de Tomares)
PD1: Al final, sorpresa, los Pretorianos de Tomares, fueron el tercer equipo clasificado en modalidad civil. Se lo merecen.
PD2: H+QNC llegó casi cumplidas las 23h. Isidro a la media hora de nosotros, de saberlo lo hubiéramos esperado. Se dejó el móvil, por eso no nos contestaba. De 14 que salimos, abandonaron solo dos.
PD3: me quedo con un comentario de la crónica de Cayo Crastino:
"No aparecerá, en esta ocasión, nombre alguno porque serían tantos como anécdotas se vivieron, pero si quedará escrito que al cruzar la línea de meta alguien sintió una mano en el hombro y al darse la vuelta, un corredor le dijo “no me conoces pero quiero decirte que Los Pretorianos de Tomares empiezan a ser una leyenda…” "
15 comentarios:
Me has emocionao mamonazo.
Un abrazo fuerte, se me hace un nudo en la garganta con semejante cronica.
Enhorabuena PLUM, por ese peazo de crónica. Han llamado mi atención algunas cuestiones. La que más "la penitencia", como recuerdo de tu madre, que descanse en paz. Sin duda, un bonito gesto.
Has inmortalizado mediante fotos, los extensos campos del fruto de la esencia (en fase de maduración). La esencia, la cebada. El zumo de la esencia. Estas en todo Plum.
No me enrollo más, es tu crónica. Muy buena.
Cordial saludo "Maestro". Quintiliano
Uf! Aún tengo la piel de gallina. Una gran crónica, Plumcete, con todo lujo de detalles y fenomenalmente ilustrada con todas esas fotos. Te vuelvo a felicitar. Desde ahí arriba, dos estrellas derramaron alguna lagrimita, pero fue de emoción y alegría. La dedicatoria ya la sabía antes de leerla. No podía ser otra. Y espero que todo eso que le pediste a la Virgen se te cumpla.
Un abrazo y mucha salud.
Pepe
He esperado el final de tu relato, para darte mi sincera enhorabuena, lamento no haberte mandado algún mensaje de ánimo, pero cuando me acordé ya era tarde. El relato pone la piel de gallina y a la vez me ha producido una sana envidia por no haber estado allí. Espero algún año ser capaz de asistir y culminar esa espléndida y dura carrera.
A ver si te dejas ver por las carreras amigo. Muchos besos para las Rosas y Lola.
Saludos
Antonio
Ha merecido la pena esperar.
Aún habiéndolo vivido, me emocionado un monton.
Gracias por publicar la foto de nuestro encuentro.
Me hubiera gustado verte en Orgiva.
Salud, Fuerza y Honor. Un Abrazo
Joder, Plum. Mis felicitaciones. Me cagoentó, me has tenido 15 minutos aguantando la respiración y tratando de que las lágrimas no se me exterioricen.
Eres único.
Enhorabuena, Plum, eres un crack total!
Como sigas así el año que viene bajas otras 4 horas por lo menos, je, je!!!
un abrazo!
La espera ha merecido la pena tio. No tengo palabras.......
Joder Plum...que tengo los pelos como escarpias y lágrimas en los ojos tras leerte!...
La he sufrido contigo, de verdad...
Qué orgullosa estará de ti tu madre, allí donde esté, campeón!
Daban ganas de estar en meta para abrazarte...así que recibe mi más fuerte y sincero abrazo.
Besitos.
Ps: ahora, que si ya estaba acojonada con los 100 del sábado, ahora aún lo estoy más.
"Que locos estan estos Romanos" Noraguna makinon
demasiao para el body, vaya relato es PA darle el premio Planeta ,el Cervantes O Mejo el PULITZER. Tu cronica no tiene mas detalle porque es imposible relatarla mejor.- Que bueno que lo hicistes
por partes porque nos dejabas essperando con mucha expectacion la siguiente entrega mas emocion no se puede pedir.-
ENHORABUENA A TI Y A TU EQUIPO .-
y todavía sonreias despues de tanto sufrir?
Felicitaciones! qué odisea dioss!
Menos mal que pudiste correrla y de paso nosotros la vivimos a la par tuya!
besos
Es dificil transmitir la cantidad de emociones, sentimientos, vivencias, que suceden en esta prueba.
Pero, AMIGO PLUM, tu eres capaz de hacer revivir cada uno de ellos. Has hecho sentir tu relato, como mio propio. Te lo agradezco.
Saludos.
jo tío... hay alguna foto... pufff
abrazos
ELMOREA: gracias, campeón
QUINTI: pues no sabía que era cebada, sera que la cabra tira al monte, jajajaja
SLOWPEPE: gracias amigo, eso espero
ALAUITA: ya te vi en el control, maestro, yo solo te digo que te animes, que esto es un paseo por el campo, nada mas ;-)
SCHEILOR: que mas quisiera yo, pero los "motivos motivantes" me lo impiden (¡estoy de bibis...!) jajajaja
FRANFRI: te eché de menos en la salida, yo que te esperaba con tu perrillo... pero bueno, el año que viene te quiero ver es paños menores en el campo de futbol ;-)
DANI QUINTERO: jejeje, no tienes guasa, jejejeje. Ya veremos, ya veremos...
ALFONSO:
SYLVIE: al final no ha sido tan duro, no? Enhorabuena por esos 100km madrileños, pero el año que viene son 101, no?
IRISH: irlandes, prepara los tiradores de la tacita de plata, que un domingo de estos nos ves por alli a la family-plum, jejejeje. Y tu si que eres un "marikón", jajajaja
PEPA2AL: Gracias y bienvenid@ a este tu blog :)
ANITA: la enorme satisfacción que te entra cuando cruzas la meta hace que se te olviden todos los males por unos instantes, luego vienen los dolores musculares, jajajaja. Muchas gracias
AQUALUNG: gracias, y enhorabuena por ese pedazo de marca. Ahora que "conoces" el camino, el año que viene arrasas, fijo
MERAK: dime cuala? a ver si he metido la gamba, jejeje. Un fuerte abrazo amigo
Y de nuevo gracias a todos, sobre todo por leerme, que os tendría que pagar y todo por ello, jejejeje
Salud, fuerza y honor. PLUM
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