Un asteroide de 480 kilómetros de diámetro impacta de lleno con la Tierra en un lugar del Pacífico, 1.500 kilómetros al sur de Japón.
El resultado de semejante y casi inimaginable impacto es la esterilización del planeta: desde el lugar del impacto una nube de plasma a la temperatura del Sol se extiende por toda la superficie y permanece durante el tiempo suficiente como para hervir todo el agua, fundir todo el hielo, evaporar hasta la última gota de humedad y hacer arder todo lo combustible.
Un tsunami de corteza destruye literalmente las islas japonesas y buena parte de Asia. Miles de millones de toneladas de roca salen de la atmósfera, pero no alcanzan velocidad de escape y se desploman de vuelta por todo un hemisferio, bólidos incandescentes lloviendo como pedrisco.
El resultado es una roca pelada completamente desprovista de vegetación o cualquier forma de vida, calcinada, la propia superficie vitrificada y estéril. Seguido de años, milenios de lluvia, al volver a condensarse y caer todo el agua evaporada en la atmósfera. Un planeta estéril. Lo más sorprendente es que algo así ya ha ocurrido en el pasado…
Éste es el aspecto que tiene el Final de la Vida en la Tierra. Una aterradora simulación de la televisión japonesa y el National Film Board de Canadá para la serie Miracle Planet, capítulo The Violent Past.
Fuente: www.perogrullo.com
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